Rescate y Restauración

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Una recién nacida, rescatada de los escombros del terremoto, sobrevive; pero ese es solo el comienzo de esta historia.

Historia escrita por Jack Brockley | Fotos de Franklin Jacome | ACG

José Víctor Espinoza Barcia mira desanimado. Ante él solo queda una pila de escombros de lo que fue una vez una casa de cuatro pisos de una familia. Pero allí estaba él, con su equipo de trabajo, preparándose para  excavar entre los escombros y realizar una desalentadora búsqueda de sobrevivientes. ¿Cómo es posible que alguien sobreviva tal destrucción?

Pero en lo profundo de la casa, Danna Chancay,  un bebé de días de nacida, yace entre el polvo y la oscuridad. Esta no sería la primera vez que Espinoza y Danna se encontrarían.

El 17 de abril de 2016, la costa noroeste del Ecuador fue azotada por un terremoto de magnitud 7.8, según la escala de Richter. Aproximadamente 700 personas murieron. Más de 16.000 resultaron lesionadas. Se reportó una destrucción amplia en el área.

Como empleado del EPAM (Empresa Pública Aguas de Manta), Espinoza se dio cuenta de que el sismo podría haber afectado el sistema hidráulico de la ciudad. Él y otros empleados se reunieron en la estación EPAM de Santa Martha, la cual  había sido utilizada por la empresa de acueducto como centro de operaciones durante desastres anteriores.

“Inicialmente nos reunimos para evaluar el daño a nuestro sistema de agua potable y alcantarillado”, dice Espinoza. “Después de analizar el área, nos dimos cuenta de que había  otras prioridades más importantes para tener en cuenta.

“Fuimos al lugar de los hechos para ayudar a los equipos de rescate».

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Los kiwanis le dan la bienvenida a Danna Chancay y su mamá en el nuevo hogar de su familia

Rescate
El equipo EPAM no necesitó ir muy lejos. A 40 km de la estación, un policía les solicitó ayuda para rescatar a una familia atrapada.

“Fue una escena devastadora”, recuerda Espinoza. “Era difícil creer que donde estaban los escombros había habido una vez una construcción”.

Se formó un equipo de rescate compuesto por los parientes, amigos, vecinos de la familia y la cuadrilla EPAM. Una retroexcavadora retiró cuidadosamente tablas quebradas y bloques colapsados. Pero una vez localizado un cuerpo, la excavadora se retiraba y los rescatistas comenzaban la dificultosa tarea de hacer túneles manualmente para llegar al cuerpo.

Luego de una hora aproximadamente, José se marchó a ayudar a otro equipo de rescate, pero su compañero de trabajo, Edmundo Aveiga, lo mantuvo informado sobre lo que sucedía en la casa de la familia Chancay.

“Durante la madrugada del día siguiente, él me llamó cada vez que encontraban a una persona”, dice Espinoza.

Tristemente, cuatro miembros de la familia murieron en la casa. Cinco fueron rescatados, incluida Danna.

“Fue un momento muy feliz”, comenta Espinoza.

Earthquake Destroyed Buildings, Ecuador, South America

Restauración
Inmediatamente después del terremoto, Atenaida Macias de Espinoza comenzó a recibir llamados pidiendo ayuda, así como también donaciones de sus amigos kiwanis. En ese entonces, Macias era gobernadora del Distrito Kiwanis en Formación del Ecuador. Una de las contribuciones fue de USD 2.670 y fue efectuada por sus amigos kiwanis de Panamá. Una asociación de vecinos hizo uno de los pedidos de ayuda.

“Estaban pidiendo bambú para construir un refugio para una familia que había perdido todo, incluso a miembros de la familia”, recuerda Macias. “Yo quería hacer más que darles el bambú. Quería ayudarles a construir una casita”.

Los socios kiwanis ecuatorianos se unieron a su gobernadora. El kiwanis del Club Santa Rita, Ramón Figueroa Vera, y su familia perdieron casi todas sus posesiones durante el desastre, pero proporcionaron el bambú y la madera necesarios para la construcción.

El 16 de septiembre, casi seis meses después del desastre, los kiwanis ecuatorianos le entregaron a la familia la nueva casa, construida de bambú y madera, con techo de cinc; la casa se compone de una sala de estar, un comedor, un baño, dos habitaciones y una terraza. Los kiwanis donaron plantas para un jardín.

En la ceremonia estuvieron presentes el hijo de Macias y su compañero del Club Kiwanis de Manta, José Espinoza, quien había ayudado a recolectar el bambú para construir la casa. Enseguida  se dio cuenta exactamente de a quién había estado ayudando, una vez más.

“Cuando la familia se dio cuenta de que yo trabajaba para EPAM,  me preguntaron si podía ayudarlos a instalar un sistema hidráulico», recuerda Espinoza  del día cuando se cortó la cinta en la inauguración. “Estaba conversando con la esposa y me di cuenta de que el bebé que habíamos encontrado en los escombros en abril era el suyo. ¡No lo podía creer! Estaba tan emocionado.

“Les mostré fotografías y videos del rescate. Lloramos al recordar aquellos momentos difíciles. Fue duro, porque ellos perdieron a cuatro miembros de la familia, pero a la vez estaban contentos porque su bebé había sido rescatado. Y ahora tienen una casa nueva”.

Uno de los parientes expresó sus sentimientos a Macias diciéndole: “un ángel bajo del cielo, y ese ángel es usted Doctora Atenaida. Si Kiwanis no nos hubiera ayudado, no tendríamos una casa ahora”.

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Esta historia apareció originalmente en la edición de junio de 2017 de la revista Kiwanis.