Una historia inédita ofrece detalles interesantes de aquellos días de hace casi 105 años.

“Nubes oscuras descendieron sobre las calles de Detroit esa mañana de diciembre. Una fina neblina, proveniente del otro lado del lago Erie, llenó el aire con una humedad fría que cubría los escaparates de las tiendas, muchos de ellos ya adornadas con guirnaldas y moños que anunciaban la llegada de la Navidad”.

De esta manera, O. Sam Cummings (arriba, centro) describió las condiciones de aquel 7 de diciembre de 1914 cuando Allen Simpson Browne ingresó a la sastrería de Joseph Prance y lanzó un movimiento que existe hasta el día de hoy: Kiwanis. Cummings, quién fue el primer empleado de la organización – secretario de Kiwanis International desde 1918 al 1921 – escribió en 1952, pero nunca publicó la historia de la organización de Kiwanis.

Se encontró una copia encuadernada de lo que él escribió a máquina y donde revelaba interesantes detalles acerca de Kiwanis y de sus fundadores.

1. Kiwanis fue fundado por un par de jóvenes. Tanto el organizador Browne (izquierda) y el primer socio Prance (derecha) tenían unos treinta años cuando la fundaron.
2. Es sabido que el primer nombre de la organización fue Benevolent Order Brothers, o BOB, (La Orden de los Hermanos Benevolentes), y que a algunos organizadores no les molestaba ser llamados Bobs. El nuevo nombre Kiwanis fue aceptado de manera unánime, pero los socios no estaban seguros de cómo llamarse. Se sugirieron “Kee-wah-ni-ser” y “Kai-wan-is-ser”. En mayo de 1917, el presidente de Kiwanis International, George F. Hixon, finalizó el debate y proclamó “Kee-wah-nee-an” como la forma correcta de pronunciar Kiwanis en inglés.
3. El primer presidente del club, Donald Johnston, se dio cuenta de lo importante que era realizar eventos sociales para promocionar el compañerismo entre los socios. El vendedor de seguros organizó un baile típico de parejas, en el cuál él era el que dirigía los pasos, y en más de una ocasión gritó tanto que quedó afónico.
4. En estos días, el nombre Kiwanis puede que sea confundido con la aerolíneas australiana Qantas. Pero en ese entonces, parece que el nombre competía con cereales y maquillaje. Una noche, en el club London curling club (Ontario), un reconocido abogado de la ciudad resaltaba: “cuando escuché acerca de Kiwanis por primera vez, creí que se trataba de un tipo de cereal nuevo o una nueva marca de polvo para maquillar”.
5. El segundo club de Kiwanis en Cleveland (Ohio) suscitó rápidamente un interés por un hospital dedicado a tratar pacientes con problemas de médula, especialmente niños que estaban postrados en la cama. Los Kiwanis trajeron de Londres a una mujer experimentada en enseñar a niños con esta dificultad y recaudaron fondos para establecer una escuela de capacitación para jovencitas que estuvieran interesadas en prestar este tipo de servicio.

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