Con una excelente planificación, Kiwanis de Nepal pasó de tener unos pocos clubes a convertirse en distrito y está enfocado en mantener dicho estatus a futuro.

Historia y fotos de Kasey Jackson

Katmandú es una ciudad capital que se encuentra ubicada en un valle conocido como Nepal Mandala en las estribaciones del Himalaya. Es conocida en todo el mundo por sus magníficos templos, su historia, su colorida cultura y sus festivales. Si visita esta área, los lugareños lo saludarán con un amable “namaste” y lo harán sentir como en su casa.

Recorra las calles y sienta la fortaleza y la fe de estas personas. Mire las banderas de oración ondeando en el viento. Mueva suavemente las cuentas de oración con sus dedos. Este es un lugar especial, pacífico y espiritual. Un lugar ubicado en una de las áreas más pobres del mundo, pero donde las personas son compasivas y están dispuestas a servir a los demás.

Este septiembre pasado, se convirtió en un lugar muy especial por otra razón. Allí es donde se formó el distrito Kiwanis más reciente.

¿Cómo comenzó todo?
En el 2005, se introdujo Kiwanis en Nepal con la formación de dos clubes: el club Kiwanis de Lumbini y el club Kiwanis de Katmandú. Desde entonces, creció rápidamente con la apertura de tres clubes en el 2016; once en el 2017; y ocho en el 2018. En la actualidad, existen en Nepal más de 50 clubes con más de 1000 socios en total.

La formación de este nuevo distrito no sucedió al azar. El gobernador del distrito de Nepal, Sujan Shrestha explica que hubo un esfuerzo mancomunado para que los nuevos clubes trabajen con los socios de la comunidad, alineen el servicio con las necesidades de la comunidad, den prioridad a los niños, apoyen el crecimiento de los Programas de Liderazgo y Servicio y alienten a la participación en los servicios que prestamos. Y quizás el requisito más importante fue que cada club realizara un proyecto bandera que los identificara.

Algunos ejemplos de estos proyectos son: Lumbini patrocina un club K-Kid y distribuye útiles escolares. Itahari proporciona bicicletas a los niños que viven lejos de la escuela. El club Everest apoya a un Mamaghar local, un centro de rehabilitación para niños que viven en las calles.

“Para nosotros el proyecto bandera es importante porque crea un impacto significativo en los ciudadanos de la comunidad, lo que inspira a todos a servir más”, dice Suhama Phewa Limbu, una socia del club Kiwanis de Itahari. “Más aún, es una forma de experimentar amistades y fraternidades entre los socios de todo el mundo”.

Visitando los proyectos
Mientras los kiwanis nepaleses y los invitados se reúnen en Katmandú para asistir a una conferencia educativa y celebrar la formación del distrito, es hora también de mostrar el trabajo que los kiwanis están realizando en la ciudad y en otras áreas. Ver a los clubes en acción hace realidad nuestro trabajo.

La primera parada es en un orfanato subsidiado por el club Kiwanis de Bagmati. Los niños, la mayoría de ellos descalzos, están sentados alrededor de una mesa de color azul brillante en el patio de afuera, mientras uno de los kiwanis explica el proyecto. Los cuidadores kiwanis entregan a cerca de 22 niños, entre 4 y 14 años, alimentos, artículos de papelería y muebles. Los niños duermen y comen aquí y luego van a la escuela en otro lugar. La ayuda es necesaria y apreciada, de hecho, diez niños en este centro se han graduado de la escuela secundaria. Antes de dirigirse al siguiente proyecto, los kiwanis de Bagmati donan estantes para poder acomodar el resto de útiles escolares.

“Este proyecto ha sido un beneficio para sus estudios, sus necesidades diarias y su disposición dentro del centro”, resalta Bibek Dhital, una socia del club Bagmati.

La próxima parada es el lugar de otro proyecto del club Bagmati: La Asociación Integrada de Desarrollo para los Invidentes de Nepal, donde los kiwanis donan alimentos, bebidas y papel Braille a los niños ciegos. El presidente de Kiwanis Asia-Pacífico, Peter Zander, habla con los estudiantes y ayuda a distribuir los regalos con los kiwanis y los demás invitados. Un estudiante lee de un libro braille a la audiencia y luego recita un simple mensaje, con una gran sonrisa: “Su simple colaboración y ayuda mejora nuestro futuro, entonces… ¿por qué no nos ayudan? ¡Gracias!”

Durante el viaje en carro hacia el próximo proyecto, el gobernador Shrestha explica la necesidad de brindar en Nepal educación sobre la salud mental, y cómo un proyecto del club Kiwanis de Katmandú está trabajando con jóvenes en escuelas. El programa de Conciencia Pública sobre la Salud Mental ofrecida en la escuela secundaria de Janaprabhat, en Kalimati, es organizado por el club y presentado por la fundación Samjavya. En una sala llena, con 93 estudiantes, los moderadores hablan acerca de los sentimientos y las emociones. Se pide a los estudiantes que participen respondiendo preguntas y compartiendo lo que piensan. Este tema es muy importante ya que Nepal cuenta con el mayor riesgo de suicidio, que afecta a los jóvenes entre 14 y 21 años. Por cado varón que se suicida, cuatro niñas lo hacen.

Los estudiantes, vestidos con uniformes verdes y blancos y corbatas, toman apuntes durante la presentación. Algunos ríen con nerviosismo. Otros están serios. Este programa durará por varias horas este día y se realiza en varias escuelas.

Quizás el día más memorable llegue al día siguiente. La escuela básica Shree Barhadevi está ubicada en lo alto de las nubes en la cima de una montaña, en el distrito de Sindhupalchok. Después de un viaje de tres horas desde Katmandú, a través de un terreno devastado por el terremoto y por traicioneros caminos de tierra cubiertos por la lluvia y que son intransitables para la mayoría de los vehículos, los kiwanis llegan a la escuela. Al llegar, los estudiantes, los maestros, los padres y los ancianos de la villa los esperan con regalos de flores y pañuelos de seda. A cambio, los socios del club Kiwanis de Sindhupalchok donan mochilas, alimentos y útiles escolares a cada niño. Los estudiantes hacen fila y esperan pacientemente ser llamados para recibir sus regalos. Cada sonrisa y namaste de los adultos y los niños demuestra su gratitud.

La última parada en Panauti nos lleva al centro de Siddartha Vansthali, donde muchos estudiantes caminan miles de kilómetros, atravesando terrenos montañosos, para poder asistir a clases. Y la mayor parte del tiempo, llegan hambrientos. Gracias a una donación realizada por el Fondo Kiwanis por los Niños, el club Kiwanis de la ciudad de Katmandú ayuda a que todos los niños en edad prescolar, de 3 a 5 años, reciban comidas nutritivas durante los 200 días escolares.

“Nos dimos cuenta que algunos de los estudiantes llegaban con hambre y por eso comenzamos este programa”, dice la directora Narayan Niroula, mientras entrega muestras de las comidas a los kiwanis y a los visitantes. “Realmente es una gran ayuda, por eso le agradecemos al club Kiwanis de la ciudad de Katmandú y a Kiwanis International”.

¿Qué es lo siguiente?
El gobernador Shrestha dice que ahora que Nepal es oficialmente un distrito, los riesgos y las responsabilidades son mayores.

“Tuvimos un crecimiento dinámico en la membresía y los clubes el año pasado”, dice él. “Ahora nos centraremos en la sostenibilidad. El período 2019 – 2020 será una etapa de enfriamiento y el momento para completar todas las formalidades pertinentes del distrito, como por ejemplo: capacitaciones para los vicegobernadores y la redacción de políticas y procedimientos. Durante este período, nuestro objetivo es que todos los clubes realicen un proyecto bandera para que los clubes futuros puedan aprender de estos clubes. Asimismo, tendremos el Fondo Kiwanis por los Niños de Nepal funcionando y recaudando fondos”.

Los proyectos banderas ya están en acción y se está realizando un trabajo increíble. La ceremonia de entrega de la carta constitutiva al distrito ya finalizó. La primera conferencia oficial de capacitación fue todo un éxito. La conferencia de Asia- Pacífico se celebrará en Katmandú en marzo del año 2020. Miles de niños y familias están recibiendo ayuda en las comunidades de todo el país. Ha sido una época bastante ocupada en Nepal.

“Los socios están convencidos de que estamos haciendo lo correcto por los niños de Nepal”, resalta Shrestha. “Sólo imaginamos servir a los niños nepaleses, ya sea alimentando a los hambrientos pequeños de las calles de Katmandú y Hetauda o proporcionando cuadernos a los niños de las escuelas rurales. Ahora mas que nunca queremos que cada niño en Nepal asista a la escuela, esté vestido y con el estómago lleno y goce de buena salud para que esté preparado para el mundo que le tocará vivir mañana”.

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