COMO DESARROLLAR LA RESILIENCIA

El trauma y la tragedia pueden descarrilar la vida de una persona. Pero, si se practica la resiliencia, se puede seguir adelante. 

Beth Payne es una ex cónsul estadounidense en Iraq. Una mañana de octubre de 2003, un cohete se estrelló contra el hotel iraquí donde ella estaba alojada. Vestida con una pijama cubierta de sangre, Payne ayudó a cientos de colegas a escapar a un lugar seguro. Durante años, ha luchado contra el insomnio, la irritabilidad y el distanciamiento emocional. Eventualmente, fue diagnosticada y tratada por sufrir trastorno de estrés postraumático. 

Su experiencia la llevó a estudiar la resiliencia para poder así ayudar a los embajadores y altos funcionarios estadounidenses que sufrían traumas similares. Eventualmente se asoció con colegas en el Centro Federal de Capacitación de Asuntos Internacionales para crear el Centro de Excelencia en Resiliencia de Asuntos Internacionales. 

“La definición de resiliencia incluye dos factores primordiales”, dice Payne. “Uno es la capacidad de funcionar efectivamente y adaptarse durante un período de crisis o adversidad. El segundo es recuperarse, y seguir adelante cuando se presenta una situación adversa. La persona resiliente puede recuperarse mucho más fácil que la que no lo es”. 

Payne ofrece capacitación al público en general, porque todos pueden aprender a ser resilientes.

“La resiliencia no es lo que uno tiene, sino lo que uno hace”, dice la Dra. Margie Warrell, fundadora de la organización consultoría de liderazgo “Global Courage” y autora de cinco libros de liderazgo, valentía y resiliencia. “Siempre me imagino la resiliencia como una bandita elástica. Todos contamos con la capacidad de recuperarnos y volver a ser lo que éramos, y mejor aún, de convertirnos en una versión mejorada de lo que éramos”.

Se debe practicar para mejorar la resiliencia y ejercerla cuando más se necesita. De hecho, es una interpretación errónea creer que la resiliencia depende estrictamente de la fortaleza de una persona. 

“La resiliencia no se trata sólo de mi”, dice Payne. “La resiliencia es un grupo de personas que se cuida y se ayuda”.

El “apoyo social” es uno de los cinco factores que Payne considera cruciales para desarrollar y mantener la resiliencia – juntamente con el bienestar personal, la resolución de problemas, el pensamiento positivo y el encontrar un sentido y un propósito en común. 

El bienestar personal es simple, pero puede ser desafiante cuando se debe elegir comer alimentos saludables, dormir suficientes horas, hacer ejercicio físico y tomarse el tiempo para relajarse. Asimismo, implica aprender lo que uno puede controlar. 

“Cuando hay mucha incertidumbre, muchas cosas quedan fuera de nuestro control y no siempre podemos controlar lo que nos sucede. Así es la vida. Pero si podemos controlar cómo respondemos a lo que nos pasa, enfocándonos en las cosas que están dentro de nuestro control”, explica Warrell. 

Por supuesto, encontrar un sentido y un propósito en común es también uno de los cinco factores de la resiliencia de Payne. Esto implica que la familia Kiwanis ya tiene una ventaja.

“Prestar voluntariado es un elemento importante en la búsqueda del sentido”, expresa Payne. “Existen varios estudios que demuestran que las personas que se ofrecen como voluntarias son más resilientes que aquellas que no lo hacen. Cuando ayuda a los demás, usted encuentra sentido en su vida. Y tener un sentido es fundamental. Cuando pierde el sentido, pierde la resiliencia”.

El esfuerzo diario de cuidarnos y de cuidar a los demás nos ayuda a enfrentar juntos los desafíos. 

“Esta bien si tiene dificultades”, dice Payne. “Llame a alguien, pida ayuda. `Sí, es difícil… pero está bien hacerlo´. Sáquese la presión de encima”.