RESPUESTA ANTE DESASTRES NATURALES 

Los Kiwanis de Luisiana, victimas también de devastadores huracanes, ayudan a los demás a reconstruir los daños causados por estos fenómenos meteorológicos. 

Eva Abate, a igual que el Estado de EE. UU. al que ella llama su hogar desde hace 40 años, ha sobrevivido a varias tormentas desbastadoras. Eva Abate fue gobernadora del distrito Kiwanis Luisiana-Misisipi-West Tennessee en el período 2018-2019 y ha sido socia, desde hace mucho tiempo, del club Kiwanis Southwest Contraband Lake Charles en Luisiana. 

En agosto de 2020, el huracán Laura azotó el área de Luisiana.

Kiwanian Eva Abate. Photo by Kathy Anderson

Entre los intensos vientos del huracán Laura y la feroz marejada ciclónica de casi 5 m, la destrucción fue catastrófica. Los habitantes de la costa en Cameron Parish, a 40 km al sur de la ciudad de Lake Charles, vieron como sus viviendas eran fuertemente dañadas, destruidas y hasta arrasadas por la creciente.

“Creo que desapareció el 90% del área”, dice Abate. “Todo fue succionado; llegando lo arrasado hasta al Golfo de México”.  

Algunas casas permanecieron erguidas por completo y otras de manera parcial, pero todas eran inhabitables. Otras viviendas contaban con una larga lista de reparaciones. 

Bruce Hammatt, gobernador en el periodo 2019-2020 del distrito Kiwanis Luisiana-Misisipi-West Tennessee y gobernador electo actual, vive en Baton Rouge con su esposa, Joy, expresidente del club Kiwanis Baton Rouge. En un momento, se había pronosticado que el huracán Laura acecharía el área de Baton Rouge. Cuando cambió de rumbo, los Hammatts decidieron ayudar de inmediato con lo que pudieran. 

La pareja cargó su camioneta con suministros de socorro y se dirigió hacia la ciudad Lake Charles, un viaje que normalmente toma dos horas. 

Kiwanian Malissa Sweeney. Photo by Kathy Anderson

“No es lo mismo manejar a Lake Charles en un día corriente”, explica Bruce. “A pesar de que salimos antes del amanecer, no llegamos al lugar hasta cerca del mediodía”.

Antes de salir, los Hammatts se habían contactado con Eva Abate, un golpe de suerte porque la mayoría de las líneas y torres telefónicas habían sido destruidas. A pesar de que Abate y su esposo contaban con servicio telefónico, su casa de 40 años no salió ilesa. Ambos se mudaron a su casa rodante por unos meses, ya que allí contaban con electricidad gracias a un generador. Cuando los Hammatts la llamaron, Abate se ofreció a ser el centro de comando para los esfuerzos de rescate en el área. 

Abate le indicó a los Hammatts que llevaran las provisiones a una iglesia del área que ahora funcionaba como centro de distribución de suministros de emergencia. Luego, los envió adonde se encontraban los residentes que necesitaban ayuda por árboles caídos y numerosos escombros. Los Hammatts se dirigieron a limpiar las propiedades que podían.

Mientras tanto, el club Kiwanis de Baton Rouge solicitó al distrito de Luisiana-Misisipi-West Tennessee una subvención de ayuda en caso de emergencias, y Abate recomendó a Iowa, Luisiana, como comunidad necesitada. El club Baton Rouge utilizó la subvención para comprar alimentos, botellas de agua, y comida a las personas de Iowa. Le dieron las sobras de la comida y la bebida a Abate, quien las donó a la escuela elemental M.J. Kaufman Elementary School en Lake Charles. El club Southwest Contraband también compró mochilas a los niños y las llenó de útiles escolares, artículos de higiene, una linterna y un muñeco de peluche. 

Photo by Kathy Anderson

El 6 de octubre de 2020, el huracán Delta llegó a la costa, a 19 km al este de donde tocó el huracán Laura. Delta arrasó con las lonas de protección de las estructuras dañadas por la primera tormenta y destruyó las reparaciones que se estaban realizando en las mismas. Eva Abate, por ejemplo, perdió el techo nuevo recién instalado.

El ciclo de socorro comenzó nuevamente. Los Kiwanis dirigieron el rescate. Y, lo volverían hacer en febrero de 2021, cuando una tormenta de hielo cortó la electricidad y el agua durante una semana en ciertas áreas. En mayo de 2021, debieron actuar nuevamente después de que la tercera lluvia más fuerte en la historia de Lake Charles dejara sin electricidad a la ciudad e inundara a cientos de edificios. 

La casa de Abate fue una de esas edificaciones afectadas. A pesar de que se hicieron más reparaciones, ella y su marido vivieron en su casa rodante durante meses. Abate lo tomó con calma.

“Solo decidimos seguir adelante”, resalta.