Artistas franceses crean patinetas únicas para un evento de caridad
Historia escrita por Julie Saetre • Fotos de Claude Médale.
En noviembre del 2015, una gigantesca esfera de 2300 kilogramos apareció suspendida en la torre Eiffel de Paris entre el primero y el segundo pisos. La obra de arte, titulada “la tierra está en crisis”, es la primera pieza tridimensional pública instalada en este reconocido monumento.
El hombre encargado de esta exhibición fue Shepard Fairey, un reconocido artista urbano a nivel internacional. A pesar de que muchos conocen el trabajo de Fairey, (especialmente por el famoso póster “Hope” (“Esperanza”) diseñado para el ex presidente estadounidense Barack Obama) pocos sospecharían el origen de su carrera: arte urbano sobre patineta. Cuando era estudiante, Fairey trabajó medio tiempo en una tienda de patinetas y comenzó a colocar pegatinas de sus dibujos en las tablas de las mismas.
El año pasado, el club Kiwanis de Ciboure-Sud Pays Basque (Francia) tuvo su propia inspiración de patinetas. Creó un evento innovador para recaudar fondos y subsidiar los proyectos de servicios que les prestan a los niños. Los socios invitaron a artistas franceses de diferentes medios para que crearan obras originales que pudieran colocar en las patinetas y así vendérselas al público.
En noviembre del 2017, el club debutó con una exhibición única de tablas, diseñadas por artistas cuyas especialidades variaban desde tatuajes y piercings hasta diseño gráfico y de moda. No es de sorprender que las obras fueran tan variadas como los participantes.
El diseño de la dueña de la tienda en línea Cassandre Djebara (CASSOU) fue inspirado en la vestimenta roquera-country que vende y en los colores del logotipo de la tienda. Rémi Polloti (Polo) plasmó sobre las patinetas los colores brillantes, exagerados y parecidos a los grafitis del estilo de la Nueva Escuela que utiliza como artista de tatuajes. El artista ecológico Xavier Ride (Mister Ride) basó su diseño en el escalofriante mundo del filmador y creador del “Twin Peaks”, David Lynch.
La relación entre cada imagen distintiva y su creador refleja la era dorada del arte urbano plasmado en las patinetas, en los setenta y los ochenta. Fue entonces cuando las intensas imágenes de serigrafía que quedaron asociadas por varios años con ciertos patinadores, resalta el curador W. Todd Vaught del área de Atlanta, Georgia. En el 2012, Vaught trabajó como curador invitado en la exhibición “¡¿Patina o cuélgala!?: La evolución del arte sobre patineta.” (Skate it or Hang it?!: The Evolution of Skateboard Art), realizada en el Museo de Diseño de Atlanta.
“Los diseños gráficos fueron realizados meticulosamente por los ilustradores”, resalta él. “Estos muchachos eran artistas y creaban increíbles ilustraciones. Realmente se tomaban el tiempo para asegurarse de que el dibujo estuviera perfecto”.
Tristemente, para los fanáticos del arte funky (escandalosa), a fines de los noventa, las costosas imágenes de serigrafía dieron paso a un proceso menos costoso llamado transferencia de calor.
“Ahorró mucho tiempo y dinero. Este proceso rápido también les permitió a los fabricantes cambiar los dibujos en todo momento”, explica Vaught. “Realmente se perdió esa habilidad de crear imágenes icónicas asociadas con un patinador en particular. Dejó de existir esa longevidad… Los verdaderos artistas de patineta sienten ahora que estos dibujos son desechables”.
El regreso a las raíces del diseñador de imágenes sobre patinetas fue todo un éxito para el club vasco Ciboure-Sud Pays. Las ventas se iniciaron con una subasta silenciosa, y al cierre de la misma, el club había vendido 15 tablas y recaudado EUR2.000. El resto de las tablas puede comprarse durante una segunda exhibición organizada por el club. Lo mejor de todo, dice la socia del club, Marie-Laure Levrero, los fondos recaudados ayudarán a los socios a brindarle “un rayito de luz y felicidad al corazón de un niño”.